Hoy: Astrología.

 Hace rato tengo ganas de hablar sobre este tema, contar un poco que significa la astrología para mi y profundizar un poco en esta disciplina que, a mi parecer, no es tomada con la seriedad que merece. 

La astrología apareció fuertemente en mi vida hace unos tres años aproximadamente, aunque ya desde chica me rodeaba sin que yo me diera cuenta. Mi mama siempre compraba los libros de Ludovica Squirru, me leía sobre mi animal del horóscopo chino (Búfalo, obvio) y me hablaba sobre predicciones y cosas que podía esperar durante el año corriente. 

Pero no me atrapó si no hasta que vi el video de una mujer que hablaba (como tantos) de los signos; había algo diferente en esta mujer, no lo hablaba a la ligera, no decía cosas generales con las que todos podemos sentirnos identificados, hablaba puntualmente, describía  a la perfección cosas que yo estaba sintiendo, y me rompía la cabeza entender como lo hacía, como es que sabía poner en palabras mis sensaciones cuando ni yo podía hacerlo. 

Entonces decidí hacerme un análisis de mi carta astral con esta mujer que tanto me había maravillado. Y desde ahí el universo astrológico invadió mi vida. En el análisis se describían cosas tan profundas de mi personalidad, de mi historia, de mis formas de vincularme, de accionar, de pensar, de sentir. Todo estaba ahí, hecho por una persona que no me conocía en lo mas mínimo. Hasta describía cosas de mi que yo no había logrado reconocer o expresar. 

Tengo una luna en tierra, muy analítica. Un mercurio fuerte y además retrogrado. Un marte que necesita si o si entender para accionar.  Se que quizás esto que digo sea chino básico, pero el resumen es: tengo una fuerte necesidad de entender lógicamente todo lo que observo. Me encantaría decir que soy una de esas personas que se conecta fácilmente con su parte espiritual, pero no me toco eso en esta vida. Estoy muy arraigada a la realidad. Mi mente es muy lógica y le cuesta asimilar estos saberes intuitivos. 

Por eso, obviamente, me metí a estudiar astrología. Primero de manera autogestiva y luego me anoté al curso que daba esta mujer que ahora es mi profesora. Hasta el día de hoy sigo estudiando y proyectando esto más que como un simple interés, o un tema de conversación. La astrología es mucho mas que eso. 

Una de las incógnitas que mas me daba vueltas en la cabeza era como podía ser posible que lo que pasaba en el cielo, a millones de kilómetros de distancia, pudiera tener alguna influencia sobre lo que vivíamos en la Tierra. Hoy por fin tengo la respuesta a esto: no existe tal influencia, es un mito que surgió de la antigua interpretación determinista, Mercurio no te hace nada, la Luna tampoco, mucho menos Plutón (que ya ni es considerado planeta pobre). 

Lo que existe es una correspondencia

Nuestra humanidad no permite que veamos mas allá de las aparentes formas que componen la realidad material en la que vivimos. La era científica que habitamos nos exige "ver para creer" si no es tangible y medible, no existe. Entonces, cuestiono ¿Los sentimientos no tienen existencia? ¿No hay información valiosa en aquello que percibo desde un lugar intuitivo? ¿No es acaso esto limitarse? ¿Cómo puede alguien decirme que aquello que siento en mi interior, que percibo en mi cuerpo, no existe?  Puedo casi asegurar que a todos alguna vez nos ha pasado de saber algo sin saber como. De presentir algo y que luego sea así. Esa voz que viene de adentro, si silenciamos la rutina y la vorágine de la vida podremos escuchar su guía. 

Mucho tiempo dude de esto. Como les mencionaba tengo una mente muy realista y también era (gracias a la vida ya no) muy insegura de mi y de mis creencias, muy permeable a la opinión ajena. 

Si hay una verdad que sostengo y defiendo en mi vida es esta: no somos solo lo que percibimos con los cinco sentidos. La energía existe, por más que no podamos medirla. Existe y construye esta realidad. 

Entonces, partiendo de esta verdad y volviendo a la correspondencia, no somos diferentes de aquello que vemos tan lejos en el cielo. Nos percibimos separados, porque para entender el todo es necesario diferenciarnos en distintas formas. Pero la esencia es la misma. Y esto puede verse en la cantidad de sincronías que existen en el universo. ¿Sabían que si dibujamos la orbita de Venus alrededor del Sol y marcamos los puntos donde estos se tocan, se forma un mándala? Les voy a dejar una imagen de esto. Una perfecta flor, tal cual como las que vemos crecer en la tierra. De estas sincronías existen miles, y cada una me maravilla más. 

En resumen: lo que pasa en el cielo no tiene una influencia sobre nosotros, pero si nos permite ver los procesos que vivimos. Al leer e interpretar los ciclos de los astros podemos entender nuestros propios ciclos. Siempre es más fácil observar y entender lo que está fuera que observarse a uno mismo, por una cuestión de perspectiva. Es por esto que la astrología me parece una herramienta maravillosa. En mi experiencia personal me ha brindado información muy valiosa que pude aplicar en mi desarrollo personal y deseo que todos puedan acceder a ella. 

Toda fuente de información es valiosa. "Creer" en la astrología no quiere decir que no aprecie la ciencia, de hecho me fascina. Necesitamos dejar de contraponer tanto las materias y comenzar a verlas como lo que son: distintas formas de llegar a la misma verdad. 

Cuanta más información tenemos, menos necesitamos

Flori♈

 El dibujo de las órbitas del Sol y Venus.



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