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Mostrando las entradas de febrero, 2025

La ternura es un acto revolucionario 💛

Nada me parece más triste que una persona que perdió la ternura. Vivimos en un mundo que nos empuja a eso, el sufrimiento, el dolor, las pérdidas, la crueldad… todo nos lleva a construir una coraza protectora, a aislarnos, a centrarnos en nuestro propio padecimiento y nos olvidamos de que no estamos solos, de que todos libramos nuestras propias batallas internas y hacemos lo mejor que podemos. Para mí, la ternura es revolucionaria. Es esa energía que nos permite mirar al otro con amor, ver más allá del ego y conectar, aunque sea por un instante, con lo que nos une: nuestra humanidad. En un mundo donde todo va tan rápido y cada quien está inmerso en sus problemas, la ternura es un acto de resistencia. Que alguien se detenga un momento para mirarte, que te ceda un asiento, te deje pasar, te diga “buenos días”, "por favor", "gracias", te de una mano.. eso, hoy en día, es un acto innovador. La ternura es tan simple, tener un gesto amable es tan fácil y, aun así, a veces...

Domingo

 Por primera vez es domingo y a mi no me duele nada, no me duelen las ausencias, no me duelen los "que hubiera sido", no me duelen mis acciones pasadas, no me afectan los fantasmas, si recuerdo algo es con agradecimiento, liberación y ternura ya no me pesan los errores que pude haber tenido, ni quiero reprochar los que tuvieron conmigo. Me encontré en mi soledad, y me gustó lo que vi.  Me encontré en paz,  al principio fue una sensación incomoda, como estar cómodo en lo que no conoces?  y despues de poner esa paz en juego varias veces, de perturbala casi te diría a propósito, en un intento inconsciente de volver a lo conocido, me di cuenta de que no necesito escapar, esta vez no, porque es una paz que cultivé en mi interior, y nada que no sea yo misma puede amenazarla. 

Gracias por soltarme la mano, me obligaste a aprender a volar..

Gracias por irte y demostrarme que en realidad, no te necesitaba tanto como creía, gracias por enseñarme que el amor que te di vive en mi,  que todo lo que vi en vos, en realidad es lo que soy. Gracias por irte, porque sinceramente yo nunca hubiera podido hacerlo, nunca hubiera podido darle un fin, porque el goce gana muchas veces al bienestar, y cuando te fuiste no me quedó más que amigarme con lo que soy, no tuve otra opción más que mirar mis heridas de frente, enfrentar mi vacío y llenarlo con amor, el amor que estaba tan encaprichada con darte a vos, quizás porque el complejo de salvadora me hizo creer que lo necesitabas más que yo, quizás porque siempre es más fácil mirar afuera que adentro.  Pero gracias, porque después de todo, se que la que era en aquel entonces no se hubiera ido, pero la que soy hoy no volvería jamás.  Flori.